A continuación, unas pocas líneas para comentar diversos actos que tuvieron lugar en torno a esta pasada Semana Santa. Actos cuyo objetivo fue transmitir reconocimientos y agradecimientos, vínculos de hermanamiento en definitiva, bien a colectivos o a particulares sin los cuales nuestra labor podría haber resultado mucho más laboriosa.
En primer lugar, el 2 de abril, la Agrupación Musical del Santísimo Cristo Cautivo de Granada dio su Concierto de Presentación en el Auditorio de la Caja Rural de Granada y allí acudió una representación de la cofradía para acompañarlos y hacerles entrega de nuestra medalla. Esta banda sería la elegida para acompañarnos este año en el cortejo del Miércoles Santo. Nuestro más sincero agradecimiento por su buen hacer y profesionalidad.
Mención especial también para la renacida Banda de Cornetas y Tambores del Cristo del Perdón y la Virgen del Carmen, a la que también impusimos una medalla y que correspondió con la ofrenda de sendos ramos de flores a dos de los titulares de nuestra hermandad, el Cristo del Perdón y la Santa Verónica, minutos antes de que diéramos inicio a nuestra estación de penitencia del miércoles. Así mismo, la propia banda hizo entrega de una placa de reconocimiento a su director, D. Francisco Albalá Jiménez, al que también se le concedió el honor de dar el toque de martillo para el llamamiento a la última “levantá” del Cristo del Perdón en la recogida a las puertas de su templo.
Entrañable resultó el acto de hermanamiento e intercambio de medallas con dos estimadas hermandades almuñequeras a las que rendimos un afecto muy exclusivo y con las que tenemos el honor de compartir cortejo la noche del Viernes Santo sexitano: Cofradía Nuestra Señora Virgen de los Dolores y Cofradía del Santo Entierro de Cristo. Agradecemos desde este espacio su seriedad y la oportunidad que nos dan de acompañarles en tan dolorosa estación.
A título más íntimo, un grupo de hermanos de la cofradía no quiso dejar pasar la ocasión para destacar a tres personalidades de nuestra hermandad, tan singulares como importantes. De la mano de Dª Lola Berrio, promotora y artífice de la idea, impusimos una medalla de oro a Dª Conchi Calvache, por su intachable labor como camarera de nuestros titulares y por haber recogido el testigo de su suegra con tanto acierto y rectitud.
Merecida medalla de oro también para D. Manuel Alabarce, ejemplo vivo de nuestra Santa Verónica por su humildad y desinteresada ayuda en todo lo que está a su alcance. En labios de Dª Cristina Armero, encargada de dirigir unas palabras en este acto y otra de sus impulsoras, “persona de profundas convicciones religiosas, honesto, sincero, trabajador, afable e invariablemente dispuesto a hacer y a colaborar en todo lo que se le requiera. Por voluntad propia, siempre en un segundo plano, pero siempre ahí”.
Por último, se hizo entrega a D. Jaime Reinoso de un Penitente en Plata y Oro. ¿Qué podríamos decir de Jaime? Que el homenaje se nos queda pequeño, que no hay palabras para agradecerle sus idas y venidas, sus muchos años de dedicación, su capacidad de lucha y entrega por y para la cofradía, su tesón y elevado nivel de responsabilidad.
¡¡Muchas gracias a los tres por vuestro trabajo y entrega, hermanos!!
Por último, y acercándonos ahora hasta los varales de los tronos de nuestros titulares, las horquilleras de las Santas Verónica y María Magdalena aprovecharon la ocasión para obsequiar con un ramo de flores a Dª Lola Berrio. Sus más de 15 años de dedicación como perfecta capataz de trono la hacen merecedora pero, además, ha querido, sabido y podido consagrar tiempo y energías a otras muchas labores dentro de la hermandad. Lola ¡también este simbólico ramo que depositaste a los pies de nuestra santa se nos queda pequeño ante el gran desempeño de tu labor!
Y una bienvenida muy calurosa a dos nuevos y jóvenes capataces de trono que este año se han estrenado con timidez y valentía en esta nueva andadura de responsabilidad: Brígida Rodríguez Berrio y Antonio Miguel Rivas López que, de la mano de Lola Berrio y Fran Cabrera y siempre bajo su atenta mirada, han salido a procesionar con ilusión y para poner en práctica todo lo aprendido.
¡Un poquito más a la derecha! ¡Al cielo con ellos!
Esperamos que esta experiencia os haya emocionado y que con el paso de los años lleguéis a estar tan orgullosos de l@s horquiller@s como ell@s lo están ahora de Lola y Fran, que os ganéis el afecto de los varales y sepáis combinar seriedad y cariño para ofrecerlos a esos hombros que acuden a trabajar a las órdenes de capataces entregados.
Hasta aquí, y con estos últimos cuatro artículos del blog, hemos pretendido plasmar pequeñas pinceladas de diversos momentos vividos esta Semana Santa 2011. Ojalá hayamos conseguido transmitir lo que en verdad significa una Semana Mayor y una cofradía en constante entrega y trabajo.
Deseamos también que nos hagáis llegar vuestras impresiones y comentarios porque todos tenemos voz y posibilidad de opinar o de contar vivencias. Por favor, sentiros libres de participar porque estas líneas están abiertas a todos vosotros.